Programa sobre seguridad en la lucha contra las enfermedades infecciosas desatendidas: beneficiar a la comunidad y minimizar los daños. Experiencias y enseñanzas extraídas en la Región de las Américas

Abstract

Las enfermedades infecciosas desatendidas (EID) afectan a más de 1000 millones de personas en todo el mundo y tienen graves efectos en la salud de los grupos más vulnerables. En 2020, la Asamblea Mundial de la Salud aprobó la hoja de ruta 2021-2030 para enfrentar las enfermedades tropicales desatendidas, estableciendo metas y hitos alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (1). La Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve la quimioterapia preventiva (QP) como una intervención de impacto rápido para tratar a las personas infectadas y reducir la transmisión. La QP consiste en administrar tratamiento seguro a intervalos regulares a un grupo de población definido, sin importar si hay o no infección presente (2).

En la Región de las Américas, más de 100 millones de personas sufren una o más EID. Muchas de ellas reciben tratamiento en el marco de la administración masiva de medicamentos contra cinco enfermedades: filariasis linfática, oncocercosis, tracoma, geohelmintiasis y esquistosomiasis (3). Estos medicamentos provienen de donaciones o se adquieren a través del Fondo Estratégico de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) o el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria (4). La seguridad en todo el proceso, desde la fabricación hasta la administración en la comunidad, es crucial para asegurar la calidad y cumplir con las normativas (5).

Para el éxito de la QP, es fundamental “no causar daño” en los servicios de salud, lo que requiere una planificación minuciosa, comunicación eficaz, capacitación y supervisión, así como la investigación inmediata de eventos adversos graves (EAG) (6). En 2021, la OMS actualizó sus directrices y creó módulos de capacitación para distribuidores comunitarios de medicamentos y trabajadores de salud. Estos módulos abordan la seguridad en el manejo de medicamentos, la prevención de atragantamientos, la detección y manejo de eventos adversos (EA), y la comunicación efectiva con las comunidades.

La Fundación Fred Hollows y la Fundación IZUMI financiaron un proyecto de dos años con la OPS para fortalecer la seguridad en la administración de medicamentos destinados a eliminar las EID en los países de la Región de las Américas. La planificación y adaptación de los materiales de capacitación fue un esfuerzo conjunto con socios como RTI International y el Grupo de Trabajo para la Salud Mundial.

Este informe resume las experiencias y lecciones aprendidas en el fortalecimiento de las capacidades nacionales y regionales para la planificación, preparación y monitoreo de la administración segura de medicamentos para las EID en los países de la Región de las Américas con EID endémicas.