Informe Financiero Parcial del Director para 2008

Abstract

[Perspectiva General] Al publicarse la Agenda de Salud para las Américas en el año 2007, los Estados Miembros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) vislumbraron una Región de las Américas más sana y más equitativa en la que las personas tengan la oportunidad de alcanzar su potencial pleno. La Agenda tiene por objeto facilitar la movilización de recursos y fortalecer los compromisos y las medidas de los países en torno a la salud para que puedan lograr las metas establecidas en relación con el acceso a servicios de salud de buena calidad, la reducción del riesgo y la carga de morbilidad, y el fortalecimiento de la gestión y la formación del personal sanitario. Aunque la adopción de la Agenda de Salud para las Américas por parte de los Estados Miembros de la Organización ha sido un logro importante, que arroje resultados fructíferos depende de la eficacia con la que los Estados Miembros, la Oficina Sanitaria Panamericana y los asociados internacionales colaboren a fin de alcanzar esas metas. Al hacer de la planificación estratégica un component central de la labor de la Oficina Sanitaria Panamericana, la Organización podrá potenciar al máximo la repercusión sobre la mejora de la salud de los pueblos de las Américas con los recursos financieros que se le han encomendado. Durante el 2008, la Organización Panamericana de la Salud movilizó recursos financieros considerablemente mayores que le permitieron fortalecer sus iniciativas para proporcionar una respuesta más integral a las necesidades de los países y seguir promoviendo la Salud para Todos. El financiamiento total de la Organización ascendió a $718,5 millones, lo que representó $181,5 millones, o sea 33,8%, más que en el año 2006, el primer año del bienio anterior. Estos ingresos han sido los más altos para la Organización en cualquier año. Este aumento de los ingresos se debió a: 1) el pago mayor de las contribuciones señaladas correspondientes al año en curso y a años anteriores por parte de los Estados Miembros; 2) una mayor movilización de las contribuciones voluntarias para la salud pública; 3) el aumento de las compras de vacunas y suministros esenciales de salud pública en nombre de los Estados Miembros; y 4) el financiamiento mayor por parte de la Organización Mundial de la Salud para la Región de las Américas.